martes, 3 de mayo de 2011

«La lechera y el corderito»


Había un señor que se llamaba Juan y le gustaba criar animales, había ido al prado a comprar un corderito y una lechera.
Compró y se fue a la casa con el corderito y la lechera.
 Tenía una sobrina que se llamaba Josefina que también le gustaba criar animales, la sobrina lo estaba esperando.
Juan llegó, bajó a la lechera, y ella al corderito.
Las ovejas se acercaron a la portera, la niña abrió la portera para poner el  corderito, pero las ovejas dijeron: ¿Por qué no tienes madre? El corderito le dijo: Es que mi mamá no me quiso porque era distinto a ella.
Una oveja era negra, dijo: Yo soy igual a ti y te puedo criar como si fueras mi hijo; el corderito se puso muy feliz.
Al otro día Juan fue a carnear a la oveja y el corderito ¡baló! Juan se dio cuenta que el corderito no quería que matara a la oveja, y no la carneo a la oveja negra. El corderito se puso feliz.
De tarde habían soltado a la lechera, el corderito salió atrás de la lechera, él  le ¡baló! pero no oía, pero el zorro si lo oía entonces lo ¡caso! y ¡baló! bien fuerte.
La lechera sintió y fue a salvarlo salvo sin heridas, la lechera le dijo: ¡zorro no te atrevas a tocar al corderito nunca más! El zorro salió corriendo y el corderito le dijo: Gracias, lechera sin ti no estaría vivo; la vaca se reía y le dijo: Bueno de nada. El corderito se fue y la oveja le estaba esperando, para salir a caminar. 
Felices para siempre.

Autor:Lucía

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